En los años 50 nuestros abuelos,
con el empuje y tesón de sus dos jóvenes hijos y con un trabajo incansable,
comenzaron esta empresa que a día de hoy tiene más de 70 años de sueños y
objetivos cumplidos.
Nuestros abuelos estaban
vinculados al cerdo, ya que se dedicaban a la venta de todos los "avíos" necesarios para la realización de las matanzas caseras.
Con pocos recursos, pero con
muchas ganas empezaron a sacrificar sus primeros cochinos, elaborando así sus
propios embutidos.
Embutidos que desde un principio
contaron con una gran aceptación y que con el paso de los años han conseguido
mantener ese sabor y hacer tradicional de antaño.
Todo ello hace que nuestros
jamones y embutidos sigan entrando en las mismas casas desde hace muchos años y
nos lleva en la actualidad a nuevos mercados con gran éxito y reconocimiento.
En estos momentos, la tercera
generación ya está preparada para continuar con esta bonita aventura.